En todos los viajes se aprenden cosas. En ocasiones se trata de transformaciones personales que pueden marcar el futuro. Y a veces se trata de cosas más prosaicas, como por ejemplo que el te verde no se tira después de un único uso. Los chinos añaden agua una y otra vez hasta que pierde el sabor. Ya sabeis, agua caliente pero no hirviendo para que no amargue.
domingo, 10 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Archivo del blog
-
►
2013
(4)
- ► diciembre 2013 (1)
- ► marzo 2013 (1)
- ► enero 2013 (2)
-
►
2012
(26)
- ► octubre 2012 (1)
- ► julio 2012 (2)
- ► junio 2012 (3)
- ► abril 2012 (3)
- ► marzo 2012 (5)
- ► febrero 2012 (4)
- ► enero 2012 (4)
-
►
2011
(77)
- ► diciembre 2011 (3)
- ► noviembre 2011 (7)
- ► octubre 2011 (7)
- ► septiembre 2011 (6)
- ► agosto 2011 (5)
- ► julio 2011 (4)
- ► junio 2011 (7)
- ► abril 2011 (6)
- ► marzo 2011 (8)
- ► febrero 2011 (11)
- ► enero 2011 (8)
-
▼
2010
(25)
- ► diciembre 2010 (7)
- ► noviembre 2010 (9)
No hay comentarios:
Publicar un comentario