domingo, 29 de julio de 2012

Crepes

Esta es la receta de una amiga. Ella es francesa y a más a más, parisina aunque ella se quiera normanda. Vino hace unos días a hacernos una visita y desde entonces en casa huele a crepes.

Lastima que los macarons que trajo de Ladurée no dejaron su aroma, pero en la memoria cada bocado que uno toma se ordena en una especie de ranking gustativo, de tal manera que no hay percebes como los de aquel dia en Cebreiros o betzels como aquellos de Munich bajo la lluvia o... magdalenas como las que Proust recordaba.

Los macarons de violetas van a ser difíciles de superar. Y mientras tanto seguiré practicando con las crepes, que llevan más mantequilla en la sartén de la que yo pensaba.



Aprendiendo a girarlas en el aire y a intentar que queden sutiles y gustosas.  El relleno, es cosa vuestra, éstas son saladas y llevan una especie de salsa bolognesa, con poco tomate y champiñones, pero están estupendas con sirop de arce o con plátano y chocolate.

Y a ella le gustan de chorizo y embutido...

Ingredientes
  • 300 gr de harina
  • 3 huevos
  • 3 cucharadas soperas de azúcar (si van a ser saladas, eliminar)
  • 1 pizca de sal
  • 3 cucharadas soperas de aceite o 50 gr de mantequilla fundida
  • 30 cl de leche o aún mejor, de cerveza. O de una mezcla de ambas
Hacemos un pozo con la harina y añadimos los huevos, el azúcar, el aceite o mantequilla. Mezclamos y vamos añadiendo poco a poco el liquido para evitar los grumos. Debe quedar ligeramente untuosa pero no demasiado densa. Dejamos reposar unas horas. A veces es necesario añadir un par de cucharadas más de liquido antes de usar.

La sartén se unta bien de mantequilla. (Gracias Stephane por mi nueva sartén especial para crepes) y se calienta bien. La primera crepe siempre es para tirar aunque uno termine mordisqueandola mientras cocina.

Ya estoy esperando mi próxima lección de cocina francesa...






lunes, 9 de julio de 2012

Tarta de queso

La de siempre, la clásica, no por sencilla menos buena.

Perfecta para comer al dia siguiente de prepararla, bien fresquita y con un poco de mermelada de arándanos.

La que se prepara con cosas que siempre tienes en la despensa. 

Fácil de conservar congelada.

Como las cosas clásicas, un buen fondo de armario, a la altura de una petit robe noir. Y por ello mismo,quiero incorporarla al blog, para que las nuevas cocineras se animen y la tengan aquí, facilita cuando quieran.




Ingredientes

  • 250gr de Filadelfia (yo en ésta he utilizado el light, más que nada para tranquilizar mi conciencia)
  • 3 yogures ( en la misma onda, hechos con leche semidesnatada)
  • 8 cucharadas de azúcar (aquí ya no queda otra)
  • 4 cucharadas de harina de maíz 
  • 3 huevos
  • 2 cucharadas de leche
 
Batimos queso y yogures y añadimos el azúcar. Añadimos a la harina de maíz un par de cucharadas de leche para evitar los grumos y lo añadimos a la mezcla. Incorporamos los huevos uno a uno.

El molde utilizado tenia 23 cm y era desmoldable. En el horno precalentado a 175º la tarta tardó en hornearse unos tres cuartos de hora. Pero ya sabéis y perdonadme la ordinariez,  los hornos son como los c. cada uno tiene el suyo. Y hay que sacarle el mejor partido posible.

 







El gato de chocolate es una monada,¿ a que si?. Los moldes son de una tienda portuguesa, la Loja do Gato Preto. Yo siempre tan práctica los vi y pasé de largo. Y una vez en la puerta no pude resistir la tentación, volví a entrar y los compré. Y ahora voy poniendo gatos en mis postres sin ton ni son.