sábado, 30 de julio de 2011

Conserva de tomate



Permitidme que salga de mi exilio voluntario para  haceros participes de uno de los regalos del verano. Además del sol, la playa, los largos atardeceres, el tiempo de libertad y de ligereza, hay algo que me hace salir cada día al jardín con ilusión infantil, los  tomates rojos en la mata, su olor cuando los arrancas y su sabor apabullante cuando, sin poder esperar, les das un mordisco en el momento.

Y para intentar mantener esa sensación todo el año y de paso frenar la avalancha que amenaza con que adopte el color rojo de un siux, conserva de tomate, para esas salsas boloñesas que poblaran el invierno.

Se trata de escoger tomates sanos, maduros en su punto y sin daño. Los escaldaremos un par de minutos en agua hirviendo para poderlos pelar facilmente y retiramos con un cuchillo la base del pedúnculo. Los botes que yo utilizo son estupendos para controlar el cierre al vacío pero es posible utilizar cualquier frasco de cristal, eso si perfectamente limpio y esterilizado. Los llenaremos apretando bien con los dedos para que no quede aire entre los tomates y practicamente hasta el borde. Añado un par de cucharadas de zumo de limón para ayudar  con el ácido a  la conservación. Cerramos bien y colocamos en una cazuela con agua que cubra al menos la mitad del alto de los botes. Para evitar roturas es buena idea colocar un trapo de cocina enrollado entre los botes. Cocemos unos 40 minutos y dejamos enfriar. Y ya tenemos tomates en conserva para preparar con ellos salsas y añadir a los guisos.


 Y ahora os dejo que sigais con vuestras merecidas vacaciones. Nos vemos pronto.

2 comentarios:

Heva dijo...

Me encanta tu manera de alargar el sabor del verano. Sigue relajandote!!!
Besitosss

Quo dijo...

EStupenda idea... acabo de traer una buena bolsa de tomates del huerto y tenía pensado ponerme con ellos para mi tomate frito, pero también probaré tu receta!
feliz descanso