En este periodo, muchos cambios. De domicilio, de estilo de vida, seguramente de etapa. Y también cambios en mi relación con la comida y la cocina. Las recetas que vienen son mucho más vegetales y más austeras, trufadas eso sí por los caprichos que se lleve mi hija en una caja para reforzar la dieta de la semana.
Y hoy tocan dónuts en un molde que compré este verano y aún no había estrenado. Horneados y esponjosos. Y los ratoncitos que los rodean con cara de golosos son un anticipo de la fiesta que viene.
Ingredientes
25 gr de harina
200 gr de azúcar
2 cucharaditas de levadura de pastelería
1/2 cucharadita de sal
2 huevos ligeramente batidos
2 dos cucharadas de mantequilla fundida
2 vasos de buttermilk (en su defecto de leche semidesnatada a la que se le añade el zumo de un limón y se deja reposar diez minutos)
vainilla
Hacemos una masa con harina, azúcar y huevos. Añadimos el resto de los ingredientes secos, la mantequilla y poco a poco la buttermilk.
El horno tiene que estar precalentado y una vez la masa en los moldes previamente engrasados, (recordemos que como las magdalenas crecerán un poco) hornearemos a 220º durante 7 minutos. Una vez enfriados en rejilla, se pueden cubrir cono azúcar glas, chocolate o cualquier tipo de glasa.
Y que sepáis que he vuelto para quedarme.