No faltan en la hospitalidad de ninguna casa de la provincia de Salamanca. Acompañan airosas a los licores despues de una buena comida en los mejores restaurantes de la ciudad.
Tienen un bocado recio como manda la manteca que las sirve de base, un poco arenoso pero decididamente rotundo y con un sabor a almendras que llena las papilas.
Se conservan bien en una lata y te sacan de algún que otro compromiso inesperado.
En esta receta he cambiado el chorro habitual de anis por un licor de frutas (concretamente de nisperos) porque en casa el anis no es santo de nuestra devoción. Y a falta de almendras enteras para decorar he utilizado piñones que le aportan una cierta originalidad.
Ingredientes
- 225 gr manteca de cerdo
- 170 gr de azúcar
- 4 yemas de huevo
- 1 clara
- 450 gr. de harina de repostería
- 60 gr de almendra molida
- una pizca de sal
- un chorro de licor de fruta
- una cucharadita de canela
- piñones para decorar
Amasamos la manteca con el azúcar y las yemas. Añadimos la almendra y la harina poco a poco y finalmente el resto de los ingredientes hasta conseguir una masa lisa y bastante compacta. Con ella haremos bolas del tamaño de una albóndiga grande y las aplastamos. Las extendemos sobre una bandeja de horno y las decoramos con los piñones y pincelamos con clara de huevo.
Precalentamos el horno a 190º y horneamos en torno a 20 minutos hasta que estén bien doraditas.
Antes de sacarlas de la bandeja, dejamos que se enfríen un poco para que no se rompan.
PD. no me hago responsable de los efectos de las perronillas sobre vuestro colesterol. Estos son los gajes del oficio de cocinera, si las compras en una pastelería, no eres consciente de la cantidad de manteca que llevan encima y a veces es mejor la ignorancia...
3 comentarios:
Hay si las coge mi cuñado Tano con lo que le gustan.
Felicidades por tu magnifico blog, te seguiré con tu permiso y me pondré al día de una buena cocina.
Besos desde Canarias.
Me encantan. Son parecidas a los mantecados, verdad. Bueno, en otros sitios les dicen torticas o polvorones....
Con piñones creo que tienen un toque divino.
Besos,
Vero
Desde luego, a veces es mejor no saber... me gustan mucho, pero de aquí a que esta gente importe manteca de cerdo o encuentren un sustitutivo me parece que me voy a tener que conformar con admirar las tuyas. Buen bocado les daba.
Un besote.
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