Me encantan las berenjenas pero siempre tengo la sensación de que absorben demasiado aceite. Por eso me gusta esta receta francesa que permite controlar el nivel de grasa y nos proporciona un aperitivo original y delicioso. Y la cosa no puede ser más sencilla.
Pinchamos ligeramente la piel de dos berenjenas para que no exploten una vez en el horno. Cocemos a 180º durante 40 minutos y cuando se puedan manipular, sacamos la carne con una cucharilla para pasarla por el pasapuré. Condimentamos con sal, pimienta y ajo y con limón y aceite. Y dejamos enfriar en el frigorífico para tener una pasta que extender en rebanadas de pan (pita por ejemplo) y que podemos adornar al gusto. Los tomates cherry le van estupendamente.
Vegetariano, sano y riquísimo.